Colocación de Cajas Anidaderas en el Desert de les Palmes


El constante sonido de la lluvia que nos acompañó en el sueño, durante casi toda la noche, parecía querer amenazar la salida del Club 32 para colgar nuestras cajas anidaderas. Pero, pese a que el amanecer fue todo lo frío que se esperaba, la lluvia había cesado y se vislumbraba una bonita jornada en la montaña.

Con una puntualidad Bávara nos presentamos en el primer punto de encuentro, el aparcamiento del Auditorio y Palacio de Congresos de Castellón. Una vez allí les dimos los últimos retoques, que tan útiles nos iban a resultar, a las cajas que hasta allí llevamos. Unos retoques, que como luego veremos, resultaron imprescindibles para poder colgarlas.

Una vez terminadas nos dirigimos en comitiva hasta Benicàssim. Desde allí íbamos a subir al punto de inicio en el Desierto de las Palmas, tras recoger al resto de senderistas. Por desgracia en este punto una de nuestras amigas tuvo que dejarnos. Una inoportuna y dolorosa otitis estaba empezando a afectar a su hijo; por lo que decidió, con muy buen criterio, volver a Valencia y cuidar del pequeño montañero. Es admirable el esfuerzo que algunos de nuestros socios realizan, viniendo desde tan lejos, para acompañarnos en las rutas.

Tras este percance los vehículos arrancaron y serpentearon por la CV-147 hasta un desvío que indica “Barranc de Miravet”.

Nada más tomar el desvío, aparcamos los coches, cargamos las cajas en nuestras mochilas y nos dirigimos hacia una senda que parte a mano derecha para adentrarnos en el Barranc de la Comba.
 
 
 

Desde la primera parte de la ruta ya se es consciente del impresionante paisaje que nos va a acompañar durante el resto del día. Y es que tenemos la gran fortuna de vivir en una provincia, en la que es posible pasar de la playa a la montaña en menos de quince minutos de coche. Por no hablar del clima privilegiado que tenemos durante todo el año. Este es el motivo por el que nos cruzamos con tantos senderistas, tanto nacionales como extranjeros, que también han elegido esta ruta para pasar una agradable mañana de domingo. Nos llama la atención que todos estos senderistas caminan en sentido contrario al nuestro. No íbamos a tardar en averiguar el por qué.
 
 
 

Con todos estos pensamientos, y con las preocupaciones de la semana dejadas atrás, llegamos hasta un corral abandonado. Pocos metros más adelante viramos hacia la izquierda, ignorando el resto de sendas, y es entonces cuando, en la lejanía, un chaleco de color naranja y una escopeta nos indica el motivo de por qué el resto de caminantes se dirigían hacia el inicio de nuestra ruta. Se está realizando una batida de jabalí.

Puesto que no podemos avanzar, y tras informarnos de que la batida acabará en aproximadamente una hora, decidimos colgar las cajas anidaderas en las inmediaciones, aprovechando unos pinos cercanos.
 
 
 



Después de colgarlas y para hacer tiempo, aprovecharemos para comer, pese a que todavía son las doce y media.
 
El ladrido de los perros de caza nos anuncia que la batida ha terminado y, con el trabajo ya hecho y más ligeros al no llevar el peso de las cajas, nos disponemos a atacar la segunda parte de nuestra jornada. Continuamos por la senda, bordeando siempre las agujas, y nos alegramos de haber comido. Vamos a necesitar fuerzas para afrontar la constante subida que nos llevará hasta la otra vertiente de la montaña, al barranco de Miravet. De nuevo la naturaleza nos quiere regalar unas vistas espectaculares. Unas vistas que se van a quedar grabadas en las retinas e impresas en nuestra memoria. En la lejanía, recortadas sobre la línea del horizonte, se pueden ver a la perfección nuestras queridas Islas Columbretes. Nos tenemos que detener para disfrutar de la visión. Por desgracia la cámara que llevamos no nos permite inmortalizar digitalmente el momento con suficiente claridad.

Tras alcanzar el punto más alto de la jornada nos disponemos a emprender una pronunciada bajada. Con mucho cuidado, debido a la pendiente y a la presencia de piedras sueltas, vamos avanzando hasta llegar de nuevo al camino donde tenemos aparcados los coches. Regresamos a ellos, satisfechos por haber realizado una labor que va a ayudar a anidar a aves insectívoras.

En total hemos recorrido, bordeando las Agujas de Santa Águeda, unos seis kilómetros y medio, con un desnivel acumulado de 500 metros. Una bonita ruta para realizar con niños que estén acostumbrados a caminar y que seguro disfrutarán como lo hemos hecho nosotros.
 

Os dejamos el TRACK por si queréis seguir nuestros pasos.
 
 
Autor: S. Lleó

 

 

Vacaciones en Las Landas con niños


Si buscáis un lugar donde pasar unas vacaciones en familia en un entorno natural debéis visitar Las Landas.

Las Landas se encuentra en el sudoeste de Francia, en la región de Aquitania, y se conoce como el mayor bosque de Francia y uno de los más extensos de Europa.

Aunque no tuvo este aspecto originalmente.

Este territorio se caracterizaba por estar formado por grandes dunas de arena húmeda en movimiento que lo convertían en un terreno estéril. Cuando llovía la zona se inundaba y quedaban tierras pantanosas, por este motivo los lugareños utilizaban zancos para moverse entre las ciénagas, siendo los zancos en la actualidad un símbolo de la zona. A comienzos del siglo XVII se creó una comisión de Dunas que llevó a cabo la fijación de las dunas entre 1817 y 1825, consiguiendo que en 1862 la línea costera se mantuviera firme y estable. Para desecar y fijar el terreno Napoleón III ordenó además una masiva plantación de pinos marítimos (Pinus pinaster), de esta manera en menos de 100 años las zonas forestales pasaron de 250.000 Hectáreas a más de 1.200.000, se secaron las marismas, se consiguió que las tierras fueran cultivables y se erradicó el paludismo.

Un vestigio de lo que fueron las grandes dunas que se movían por la costa de la región lo podéis encontrar en la Duna de Pilat, la mayor duna de Europa con 100 metros de altura aproximadamente. Es una visita obligatoria que os sorprenderá por su singularidad.
 
 
 
Otro ejemplo de las características dunas en la costa lo podéis encontrar en la visita de la desembocadura de la Corriente de Huchet, que permite un recorrido a pie a través de un terreno recuperado desde la desembocadura hasta el Lago de Léon.
 
 

Pero no sólo hay dunas. En esta región se emplaza el Parque Natural Regional de las Landes de Gascogne, el gran bosque de pinos, donde se puede visitar el Ecomuseo de Marqueze, que es la recreación de un pueblo landés del siglo XIX que nos muestra la cultura y la historia de la región. Se accede al mismo desde la población de Sabres mediante una locomotora de época, lo que lo convierte en un viaje al pasado que encanta a los niños.



 
Otro municipio encantador dentro del gran bosque del Parque Natural Regional de las Landes de Gascogne es Hostens, donde os podéis relajar y disfrutar de su carril bici o de sus lagos.
 
 
Por último os recomendamos Capbreton, que es el único puerto de Las Landas, del que es imprescindible conocer su muelle de madera La Estacade que es el emblema de la ciudad.




Antes de su desviación definitiva hacia la ciudad de Bayonne en 1578, la desembocadura del río Adour se emplazaba en Capbreton. Las primeras reconstrucciones portuarias y los primeros alineamientos de los muelles empezaron en época de Napoleón III. Se creó una poza de agua desde el lago de Hossegor, una vez canalizada el agua, se pudo mantener la desembocadura natural de Capbreton.

En 1858 Napoleon III ordenó construir el muelle para lo que se emplearon 600 pinos, inicialmente medía unos 400 metros, pero en la actualidad llega a 189 metros. En 1950 se añadió el faro, de esta manera esta construcción servía de guía para los barcos en su entrada al puerto.




El originario puerto de pesca se transformó en puerto de recreo. Entre 1973 y 1991 se construyeron las actuales cinco pozas: Pompidau, Pécherie, Bonamour, Les Corsaires y Le Bourret, que confieren al puerto en la actualidad una capacidad de 1000 amarres.
 
 
Esperamos que os animéis a conocer Las Landas, es un destino ideal para pasar unas vacaciones con niños.

 

Mirador Peñas Blancas y Ruta geologica en las Hoces de Cabriel


El tercer día de nuestra estancia en la Comarca de Utiel fue una combinación de dos rutas del Parque Natural de las Hoces de Cabriel, la ruta naranja de Peñas Blancas y la ruta morada de Ruta geológica-Los cuchillos-Barranco Moluengo.
 
 

El inicio de esta ruta se encuentra en un aparcamiento al que se accede desde la A3, salida de Villalgordo del Cabriel, y siguiendo las indicaciones de las trincheras.

Las rutas están perfectamente indicadas. Empezamos a caminar y nos encontramos a la izquierda unas trincheras, reformadas y ambientadas con esculturas metálicas, que los niños no pueden evitar recorrer y jugar en ellas.
 
 

Continuamos el camino cómodamente hasta llegar un cruce donde a la derecha sigue la ruta naranja. A lo largo del recorrido vemos carteles identificativos en los distintos arbustos que nos permite identificar las especies.

Primero llegamos al vértice geodésico de Peñas Blancas, donde podemos leer un panel informativo y luego dirigirnos a la derecha al Mirador de Peñas Blancas.
 
 
Ya el en Mirador de Peñas Blancas nos deleitamos con las vistas de la presa de Contreras, del río Cabriel y de los cuchillos.




Volvemos sobre nuestros pasos hasta el cruce, donde en esta ocasión seguimos la ruta morada. A través de camino cada vez con terreno más irregular, y siguiendo un cortafuegos, llegamos a un punto donde dos grandes paneles nos informan sobre la geología de los cuchillos a modo introductorio de lo que vamos a ver.
 


 
A continuación el recorrido se transforma en senda y comienza a bajar abruptamente, lo que nos permite hacer fotos espectaculares de los cuchillos.




El descenso se hace a través de escalones en la montaña formados por tablones de madera, e incluso grapas de via ferrata que entusiasmaron a los pequeños, aunque hemos de reconocer que es un tramo de alta dificultad y con riesgo de caída.
 
 
Finalmente llegamos abajo del todo y giramos en dirección contraria a los cuchillos, hacia la izquierda, siguiendo el cauce seco del barranco del Moluengo.






El entorno sigue siendo encantador pero la posibilidad de lluvia nos hace preocuparnos, aunque finalmente no llueve.

El último tramo lo realizamos entre las Huertas de la Carpia, zona cultivada, donde coincidimos con los senderos PR-CV 299 y GR-238, que nos devuelven a las trincheras, es decir, al punto inicial del recorrido.

Os dejamos AQUÍ nuestro track de la ruta.

Las vistas de esta ruta son espectaculares, pero hemos de avisar de algunos tramos con riesgo potencial de caída, por lo que se aconseja extremo cuidado.
 
 
 

Día del árbol 2016


El año pasado gracias a la iniciativa de nuestra amiga Isabel pudimos celebrar nuestro primer Día del Árbol, ya que fue ella la encargada de solicitar y gestionar con Conselleria de Mediambient el suministro de plantones de manera gratuita para nuestra Asociación.

La experiencia tuvo tanto éxito, que este año teníamos que repetir la celebración del Día del Árbol. Así que de nuevo gracias a Isabel y Enrique que se encargaron de los plantones, y gracias a Manolo de la Asociación La Vall Verda que es la que nos cede una de sus fincas para la repoblación, se pudo organizar la jornada.
 
 

No hubo tanta asistencia como se esperaba, pero vinieron con nosotros familias nuevas, muy participativas, lo que enriqueció el grupo, y finalmente el no ser un número elevado de personas nos permitió poder trabajar en mejores condiciones.
 
Así que cargados con las cajas con los plantones y con las herramientas, recorrimos los apenas 2 kilómetros que nos llevan a la parcela de Aigualit de la Asociación La Vall Verda, donde nos esperaba una sorpresa.

¡La mayoría de los plantones que se plantaron el año anterior estaban creciendo con éxito!

Esto nos animó para continuar con el trabajo, por lo que unos se dedicaron a plantar nuevos plantones, y otros se dedicaron a limpiar de malas hierbas y regar los plantones del año anterior. Todos nos pusimos manos a la obra, realizándose un reparto de tareas de manera natural, los mayores cavando con fuerza para obtener hoyos apropiados en tamaño, los pequeños plantando, otros con la recogida y traslado de bidones de agua para el riego manual, una coordinación perfecta que nos permitió acabar en unas dos horas.
 








 
Terminada la tarea, recogimos todos los bartulos, y fuimos a comer al Área Recreativa del Paraje de San José de la Vall d´Uxó.

Hemos de agradecer a la Asociación de la Vall Verda no sólo su colaboración en dejarnos una de sus parcelas para la realización de la reforestación, sino también su colaboración en el mantenimiento durante el año de los plantones del año anterior, porque sin un mínimo de mantenimiento y de riego no hubieran crecido.

El éxito con la repoblación nos anima a seguir realizando actividades como ésta, para que nuestros niños vean el resultado del trabajo realizado y comprueben que sí merece la pena el esfuerzo.
Os dejamos AQUÍ el trayecto hasta la parcela de Aigualit.
 
 
 

El Pic Espadà con niños


Hemos realizado múltiples rutas de senderismo con niños en el Parque Natural de la Serra Espadà pero todavía no nos habíamos atrevido con la subida al Pic Espadà hasta esta temporada.

Así que para empezar con fuerza el nuevo año nuestros amigos Cristina y Manolo organizaron la subida al Pic Espadà desde Alcudia de Veo. La ruta es corta en kilómetros, unos seis aproximadamente, pero intensa por el desnivel acumulado, casi 600 metros en tres kilómetros.

Aunque como siempre, el esfuerzo merece la pena, y alcanzar el segundo punto más alto de la Serra Espadà (el primero es la Rápita pero sólo por unos metros), con los niños, nos hace llenarnos de orgullo, porque hemos de reconocer que son unos valientes.
 
 
Pensábamos que no iban a acudir muchos asistentes a la cita, pero finalmente fuimos un grupo nutrido que se fue estirando durante la subida, por lo que el recorrido no dio sensación de masificación.
 


 

Al contrario de lo que ocurrió en la cima, donde encontramos distintos grupos de senderistas, cada uno llegando de lugares distintos: Ain, Almedijar o la Nevera del Collado. También encontramos cazadores, ya que es época de caza de jabalíes. Pero finalmente la gente se fue dispersando y pudimos comer tranquilamente, unos en la cima disfrutando del solecito, y la mayoría en una explanada al pie del Pic Espadà.

La lástima fue que el día no amaneció claro, y no pudimos deleitarnos con la panorámica de 360º que se puede obtener desde el Pic Espadà.
 
 
Pero los que tuvimos la fortuna de comer solos en la cima bajo el sol en plena naturaleza nos cargó de energía para toda la semana.

No pudimos grabar el track de la ruta, pero AQUÍ os podéis descargar uno similar al que nosotros realizamos.

 

Hostens, para desconectar en familia


Si deseáis pasar unos días de vacaciones en familia de completo relax en un entorno rodeado de naturaleza, os recomendamos Hostens, un pequeño pueblo emplazado en el Parque Natural de Las Landas de Gascogne.

Poder ver las estrellas perfectamente  en la noche por la inexistente  contaminación lumínica, y amanecer con unas vistas como ésta no tienen precio.

 
La mayoría de casas tienen su propio jardín, y ¡sin vallados!, no es necesario, todos tienen sus pertenencias fuera y nadie toca nada.

El pueblo es atravesado por un carril bici, que va desde Mios hasta Bazas, creado sobre la antigua línea de ferrocarril que comunicaba estos municipios.

Y como reclamo turístico dispone de unos lagos con playas de arena artificial donde refrescarse.



Y donde realizar paseos de distinta dificultad a su alrededor.

 


La historia de estos lagos es curiosa. A principios de 1930 en Hostens se asentó una compañía para la explotación de lignito, ya que el sitio resultaba ventajoso porque las capas de combustible se encontraban a poca profundidad y se formaron minas a cielo abierto, y se implantó una Central de Energía. Después de la segunda guerra mundial, la mina y la planta quedaron nacionalizadas en 1947, y su actividad empezó a desacelerarse a partir de 1960 para detenerse por completo en 1966. Una de las consecuencias de la pérdida de esta actividad fue la disminución de la población del municipio, que pasa a menos de la mitad. Debido a  ello quedaron una gran cantidad de viviendas sin utilizar alrededor de las antiguas zonas de extracción del lignito y lagos asociados. En ese momento el gobierno local tuvo la idea de recuperar este área y crear un centro de vacaciones. Se hizo la aportación de arena blanca y se realizaron nuevas plantaciones, para convertir el lago Lamothe en una playa abierta para el baño hacia 1970, con áreas de pic-nic y distintos senderos.

En la actualidad Hostens, como el resto de municipios de Las Landas, basa su economía en la explotación forestal, por ello existen vastas parcelas con plantaciones de pinos que se extienden por cualquier lado que mires.

En conclusión, un pueblo ideal para desconectar.

 

Taller de elaboración de Cajas Anidaderas


Esta temporada pretendemos que las actividades de nuestra Asociación Club 32 Actividades con niños tengan un mayor peso medioambiental, así que estamos organizando distintas actividades para potenciar la formación medioambiental de nuestros niños.

Por ello empezamos el nuevo año con un Taller de elaboración de Cajas Anidaderas en el Aula Natura del Termet de Vila-real.

Nuestro amigo Carlos se ofreció como monitor voluntario del Taller, y tuvo que realizar un trabajo previo importante para que los asistentes al taller pudiéramos montar las cajas anidaderas con cierta facilidad.
 
El taller se inició con una pequeña charla explicativa sobre el motivo de elaborar estas cajas anidaderas, que es el de facilitar a las pequeñas aves un anidamiento seguro. La charla continuó con las explicaciones pertinentes del diseño de la caja anidadera , que es diseño propio de Carlos, y que tras años de experiencia en este área y como colaborador en otras entidades protectoras de aves, llega a la conclusión de que el diseño más apropiado es el que nos muestra, no sólo teniendo en cuenta la morfología de las pequeñas aves que los van a habitar sino también la posterior limpieza y mantenimiento del habitáculo.
 
 
Carlos preparó los kits de montaje, y los niños con ayuda de sus papás y mamás (más bien fue al contrario), procedieron al ensamblaje de las cajas anidaderas utilizando atornilladoras eléctricas.










Para finalizar, las personalizamos con el logo de Club32 y las barnizamos para mejorar su durabilidad.
 


 

El resultado fue el siguiente.
 
 

Todos quedamos muy orgullosos de la construcción de nuestras propias cajas anidaderas. Y lo más importante, es que adicionalmente vamos a ir al campo a colgarlas en lugares apropiados para tener el mayor éxito posible en el andamiento.

Así este taller tendrá una segunda parte que será la de aprovechar una ruta senderista con niños para colgarlas. La idea es volver en años sucesivos para poder comprobar su funcionalidad, y que los niños vean el ciclo completo.